BLOG VOLUNTARIOS EN MWANZUGI 2ª ENTRADA

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IMG_4329 EL DISPENSARIO DE MWANZUGI

Ya llevamos 20 días en Mwanzugi y nos quedaríamos 20 semanas más.
Os queremos contar cómo funciona el Dispensario de Mwanzugi, una
clínica que atiende a casi 20.000 pacientes al año, entre ellos 400
partos. El Dispensario es un centro de salud privado, propiedad de la
Archidiócesis de Tabora y dirigido por Sr Preethi, de las Sisters of
St. Joseph of Cluny.
El Gobierno subvenciona en parte al dispensario y  financia totalmente
una pequeña parte de las actividades: la educación sanitaria para
prevenir el VIH; seguimiento del embarazo y vacunación infantil y
materna; y, desde hace poco, proporciona el test rápido de malaria
(MRDT). El resto de actividades del dispensario se financian gracias a
las ayudas externas (actualmente solo FECS colabora)  y a una
pequeña parte que pagan los pacientes por medicinas y procedimientos.
El dispensario cuenta con una gerente que también hace las veces de
médico (Sr Preethi); un ayudante encargado de las cuentas y de la
farmacia; dos Clinical Officer (un grado de cualificación menor al de
médico que tenemos en España); 6 enfermeras, además de algún
estudiante de prácticas; 2 secretarias en recepción;  un asistente de
laboratorio; y 2 guardias de seguridad.
El Dispensario está abierto durante todo el día, todos los días de la
semana. Por la mañana y por la tarde hay un médico pasando consulta y
la farmacia está abierta. Por la noche el servicio es de urgencias y
hay un médico y dos enfermeras de guardia.
Sobretodo acuden madres a dar a luz, y pacientes con fiebre, diarrea y
vómitos. Algunos son derivados directamente al Hospital de Igunga,
dependiendo de la gravedad; ya que no disponen de médicos
especialistas ni de radiodiagnóstico en Mwanzugi. Los pacientes que se
atienden e ingresan son mayormente por malaria, salmonella u otras
enfermedades infecciosas.
El Dispensario cuenta con 4 edificios: el principal con el
registro, consulta, farmacia, sala de curas, enfermería, laboratorio y
almacén; la clínica externa, para la vacunación, educación sanitaria,
despachos y sala de reuniones/clase; la maternidad, con una sala de
partos, una sala de recuperación (que no está en uso) y una gran
habitación con 10 camas; el edificio de admisiones, con 4 habitaciones
y 20 camas para los pacientes.
Además hay una caseta del guarda, unos baños, un lavadero y una futura tienda.
Al llegar los pacientes tienen que registrarse si son nuevos o dar sus
datos para buscar su historia clínica. Se les toma la temperatura y el
peso y se les pasa a consulta. No todos los pacientes vienen de
Mwanzugi, y dependiendo de la gravedad y del sitio de donde vengan se
quedan ingresados o no. Por ejemplo, los niños con malaria que vienen de
otros pueblos pasan la noche en el dispensario mientras que los de
Mwanzugi se llevan la medicación a casa o vienen a la mañana
siguiente.
El precio que pagan los pacientes por la atención es muy bajo
comparado con el resto de centros públicos y privados de la región.
Esto es posible gracias a la ayuda de nuestra Fundación, que ha terminado
de financiar las obras de la clínica y paga parte del material y el
mobiliario además de los sueldos de los empleados.
Además los pacientes que no pueden pagar tienen la opción de trabajar
en el dispensario en la limpieza durante unos días, incluso en
ocasiones hay pacientes a los que se les perdona la deuda para que la
paguen cuando tengan dinero a sabiendas de que muchas veces no lo
pagarán.
Todo esto hace que realmente este sea un sitio donde todo el mundo puede venir.

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